(Mil disculpas a nuestros lectores... otro post con fines académicos)
Estábamos allí bajo el inclemente sol sanjuanero, con camisas blancas como muy pocos en la cola, con agua, sillas, y casi casi, protector solar. Unos pasaban en caravanas, en sus Hummer con banderas rojas, capitalistas por fuera, socialistas por dentro, corneteando al ritmo del "¡Uh Ah!". Otros por su parte, pasaban con el popular remix rosalista del caribeño ritmo de "Atrévete", en autos deportivos "por los 26 millones".
Máquinas dañadas, guardias del Plan República sudorosos, ex-alcaldes como miembro de mesa, "lisiados" con pase preferencial, personas "de la tercera edad" que subían las escaleras despacito como si la cadera les dolía pero bajaban como muchacho con juguete nuevo... será por eso de que la gente es "vieja" en nuestro país sólo para entrar gratis en el metro y pagar la mitad en el cine.
Pues bien, lo cierto es que el espíritu que en la fila se respiraba, era democrático. Olía a democracia, tanto para los rojos como para los azules. Lamentablemente, los que no eran ni chicha ni limonada (los amarillos) se quedaron en casa a ver qué sucedía, porque dizque les
daba igual quien ganara. Es decir, tenemos casi 4 millones de aliens en nuestro país, que ni Chávez ni Rosales, y ni siquiera "Chucho" o "Venezuela" les convence.
Entonces, como dijera hace algún tiempo el amigo Cerati: GRACIAS TOTALES, aliens que se quedaron en sus casas y que decidieron más que los 9 millones de personas que se "calaron" su colita...
